Se han dicho muchas tonterías sobre la imagen social del bibliotecario. Más sobre la bibliotecaria. Y sobre todo se han dicho en inglés. Yo voy a decir una cuantas tonterías más, en español, pero sobre todo voy a intentar colgar fotos que reflejan nuestro lado más extraño.

29.12.09

Katia, 21 ans, fantasme à la bibliothèque



Je suis étudiante et je ne suis pas sûre d’avoir mes examens cette année. Pour une raison toute simple. A chaque fois que je vais en bibliothèque, je n’arrive pas à me concentrer. Dès que j’arrive dans la salle de lecture je suis prise d’une excitation sexuelle qui me dévaste. Je ne suis qu’une vague. Pourtant dehors j’ai une vie normale, un petit ami cool, c’est une gentille relation. On a une vie de couple. Mais je ne sais quel fantôme agite la bibli. Je sens mes seins durcir, se soulever, je commence à mouiller grave, je regarde la bouche des mecs qui sont là plongés dans leur livre et penchés sur leur ordi et malgré toutes mes résolutions, je fonds. [ELLE.fr]

Este testimonio escalofriante de una lectriz de ELLE.fr que no sólo encuentra al fantasma en la biblioteca sino que se deja seducir dulcemente por él, o ella, o ello, o elle, me recuerda la bonita foto que publicó BiblioteKaro, del propio fantasma:

(ojo, que el fantasma "confiesa que ha vivido")

Pero cuando se habla de "el fantasma de la biblioteca" yo ya no sé si se están refiriendo al bibliotecario, al "listo que todo lo sabe" -en la acepción castiza de "fantasma"- o de un lector posible, quizá como este, silencioso donde los haya:

O que se refieran a los fenómenos para anormales en las bibliotecas:

Como esta joven, que se quedó así de boquiabierta y ojiplática al enterarse de las horas del día que pueden llegar a destinar cientos de bibliotecarios en todo el planeta, simultáneamente, para decidir si será dos puntos o punto y coma, catalogando el mismo libro.

Para todos, propios y extraños, recomiendo yo la lectura de este libro:

Pero termino con otra foto que ya comenté aquí, hablando de "el baile de los carritos" donde encontré la transposición bibliotecoide de las caras de Bélmez en un carrito volcado, quizá por fuerzas ocultas...



21.12.09

El gordo en la biblioteca

Dice la Srta. Pepis que de los grandes clásicos que marcan el calendario de las invectivas son la columna de Manuel Vicent por San Isidro contra las corridas de toros, y mi invectiva navideña contra la lotería, que aunque no es anual ni puntual y se repite, deja su huella.

Saben mis amigos que mis tres fobias son:
  • la lotería
  • los musicales tipo Broadway
  • la tuna
Y mis tres aficiones:
  • la letra impresa
  • la comida presencial
  • la música auditiva
Dicho lo cual no que resta otra que comenzar, sólo que en esta ocasión veremos de relacionar el mundo de las bibliotecas con el de la lotería.

La lectura trae el premio gordo ( La Voz de Asturias - 16/12/2009 )

´Leyendo te toca el gordo´. Bien podría ser este el eslogan de una campaña para el fomento del hábito de la lectura. Efectivamente lo es. Pero es que además es la posibilidad real que ofrece la biblioteca de Colombres a todos sus usuarios quienes, junto a su préstamo bibliotecario, reciben estos días una participación de 20 céntimos para el próximo sorteo de la lotería de Navidad. "No sabemos si ha sido por esto o no, pero lo cierto es que el número de préstamos casi se ha duplicado en estos días" (...) caigan o no los millones, "leyendo siempre toca el Gordo", sobre todo en Colombres.
Ya vimos como en la misma cornisa cantábrica hace pocas semanas una biblioteca universitaria ofrecía a sus usuarios un condón con cada préstamo. Bien, es otra manera de hacer marketing. Yo soy más partidario del 2x1 o del "todo a 100": el futuro es de los chinos, copiemos sus estrategias.

Regalar un condón con un préstamo es toda una promesa de lecturas compartidas e interrumpidas, y demuestra conocimiento de los sanos hábitos locales; regalar lotería, en cambio, nos identifica con la mercería, supone ofrecer una vana promesa de lecturas inquietas, sobresaltadas, ansiosas y, en la inmensa mayoría de los casos frustradas.

El gordo no entrará en la biblioteca, no.

Pero ¿y la gorda? Sin faltar, me dirán vds. Pero yo hablo de otra cosa, yo hablo de teatro esta vez. Que me relaciona el gordo con la gorda, y la gorda con la biblioteca, Q.E.D. Resulta que el cómico Luis Gnecco lleva a cabo en su obra "La Gorda" un personaje, Daniel, que se roba el montaje a punta de su humor negro y constantes ironías en contra de la rolliza protagonista:

Daniel, el oficinista que no para de burlarse de la atracción que Tomás (Luciano Cruz-Coke) siente por una bibliotecaria con más de 30 kilos de sobrepeso (Eileen Rivera), "no es que yo sea cruel, pero me muevo con un humor negro".


Con un toque de humor, amor y mucha provocación llega a Colombia la obra que está arrasando las taquillas del mundo entero: “Gorda”. Bajo la dirección del uruguayo Mario Morgan, esta pieza teatral nos cuenta la historia de una coqueta bibliotecaria con más de 30 kilos de sobrepeso que enamorará a un hombre guapo y exitoso, con su personalidad arrolladora.



Por concluir de alguna manera: "vale más bibliotecaria rolliza y simpaticona que 20 documentaloides ofreciendo el gordo de la lotería por unos préstamos de más".

He dicho.



11.12.09

Batgirl y el ataque de los virus informáticos

Bien, a estas alturas de la película ya todos sabemos que Batgirl was a librarian! y todo eso, y está más que claro que a los bibliotecarios nos van los superhéroes, o incluso nos va creernos superhéroes (a la vista de las campañas que se han visto y se ven)...




... como este superbibliotecario onubense.

Pero volvamos a los clásicos. Batgirl, años del moño y de gafapastas para todos. Se ha hecho público el primer episodio de Batman en el que aparece Batgirl (en TV, I mean), episodio que, dice Youtube, nunca fue emitido. Primicia, pues.

El vídeo es delicioso:



Hay un grupo de lectores estrafalarios que inmediatamente he identificado como ¡Los Virus Informáticos! Helos:

¿Qué estarán tramando? No se les entiende (bueno, YO no les entiendo).

Estos dos sospechan algo. Se trata en apariencia del rico y elegante hombre de negocios que visita la biblioteca, prendado de la bibliotecaria moñosa y gafapastera, con su joven zagal, o becario...

Esta es la jefa. Ha notado algo. No se le escapa un metadato.

¡Y atentos al ataque de los virus informáticos! ¡Atentando contra la lectura! ¡A ver si van a ser e-books! ¡O piratas de la información!

Aparecen entonces estos dos ¿de dónde salen? La biblioteca ya había cerrado sus puertas... serán... ¡sí! el joven millonario y su becario enmascarado.

Mientras tanto, la chica se cambia despacito, despacito. Nada que ver con Superman cambiándose a velocidad supersónica en la cabina telefónica. No, ella cuelga la chaqueta en una percha e inicia un lento strip-tease con trampa.

Se suelta el pelo y acude a salvar al becario y su señor del ataque de los virus informáticos, que se lo ponen todo perdido en la refiega.

Y entonces dejan al becario que acabe con los virus, y se ponen a flirtear, literalmente. Flirtear, qué palabra ¿verdad?

Pero al final la chica se lleva las llaves de la moto y se las pira.

¡Qué historia!


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